quarta-feira, 25 de maio de 2011

A espionagem israelense "revigora" seus obscuros triunfos


El espionaje israelí “reverdece” sus oscuros laureles


22/05/2011

Percy Francisco Alvarado Godoy

Rebelión

Los últimos meses han mostrado un recrudecimiento de la actividad de los servicios de inteligencia israelíes en varias naciones del mundo, particularmente en Rusia y otros países árabes. Como instrumento de la guerra sucia contra los grupos y estados progresistas en el Oriente Medio, particularmente contra Irán y el movimiento palestino, el Mossad se ha convertido en un órgano sumamente activo, cuya desesperación lo ha llevado a cometer serios errores operativos que han conducido al descubrimiento de su actividad secreta. Esta declinación de imagen no representa en sí misma una pérdida de su eficacia, sino más bien la permanencia de viejos vicios de impunidad, una falsa superioridad devenida en atributo funcional y su desesperación por evitar a toda costa el avance de quienes son considerados sus enemigos ideológicos.

Todo el tinglado operativo del espionaje y contraespionaje israelí, representados por el Mossad, el Yamam, el Tzahal y el Shabak, se encuentra en pleno apogeo en los últimos meses. Una de las ramas del Mossad, el Metsada, se ocupa de ejecutar la guerra sucia a nivel internacional, lo que incluye operaciones de asesinato, sabotajes y provocaciones. Todo ello está subordinado a un cuestionable rol: defender el hegemonismo israelí y las alianzas históricas con los servicios norteamericanos.

EL MOSSAD Y SUS ULTIMAS “HAZAÑAS”.

La detención en días pasados del agregado militar de Israel en Rusia, coronel Vadim Leiderman, por sospecha de espionaje, y su posterior expulsión, ha abierto la caja de Pandora en relación con agresiva actividad de los servicios de inteligencia israelíes en diversas partes del mundo. De origen ruso, Leiderman fue capturado el 12 de mayo por las fuerzas de contraespionaje rusas, con las manos en la masa, mientras contactaba con un uno de sus agentes en Moscú, un funcionario del Ministerio de defensa de Rusia. Todo ha quedado bajo el sospechoso manto de que se dedicaba a actividades de espionaje industrial, aunque su actividad de acechanza iba aún más lejos. La actividad de Leiderman como representante del Ministerio de Defensa de Israel en Rusia desde 2008 era monitoreada desde hacía algún tiempo. De origen ruso, con un doctorado en el Instituto Israelí de Tecnología (Technion), ubicado en Haifa, así como miembro de los servicios técnicos de la Fuerza aérea de Israel (IAF), siempre se mostró interesado en fortalecer sus vínculos con militares de ese país. Tal sospechoso desempeño y la posibilidad de ser detectado en sus actividades, fue uno de los elementos para que sus jefes planearan sustituirlo en el cargo por el doctor militar Kobi Haviv.

Lo sorprendente del hecho es que la detención de Leiderman tuvo lugar durante la visita a Rusia de una delegación del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento israelí (Knéset), encabezada por su presidente y ex ministro de Defensa, Shaul Mofaz, devenido en defensor de los asesinatos selectivos de líderes progresistas y palestinos y, a la vez, uno de los influyentes líderes del partido Kadima. Shaul Mofaz llevaba en su agenda para discutir con los rusos un único punto: disuadirlos de vender armamento a Siria. Mofaz, nacido en 1948 y de origen iraní, quien cuenta con un amplio prontuario como negociador y en asuntos de asesoría gubernamental, pues fue Ministro de Transporte de Israel, Vice primer Ministro, y Ministro de Defensa. Fue también el decimosexto Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa Israelíes; a la par que subordinado a cuatro Primeros Ministros de Israel, habiendo sido nombrado Jefe de Estado Mayor por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu (1996-1999); en 1998 trabajó bajo el Primer Ministro Ehud Barak (1999-2001), luego fue designado como Ministro de Defensa en 2002 por el Primer Ministro Ariel Sharón (2001-2006), y sirvió como Ministro de Transporte bajo el Primer Ministro Ehud Ólmert, ostenta el grado de Teniente General de las Fuerzas Armadas de Israel.

Tanto los Ministerios de Defensa como la IFA refutaron la acusación contra Leiderman por presunto espionaje y cubrieron sus espaldas al declarar que “las autoridades de seguridad en Israel completaron una minuciosa investigación y concluyeron que esas alegaciones eran infundadas”. Tel Aviv no descartó que los rusos trataran de presionar a Leiderman para convertirlo en un agente doble a sus servicios. Otra versión israelí es que la captura del diplomático obedecía a una represalia rusa porque Israel, bajo presiones de Estados Unidos, se negó a venderles aviones no tripulados de alta tecnología.

Lo cierto es que Leiderman fue interrogado, apenas arribó a Israel por la contrainteligencia sionista, conocida como el Shin Bet, siguiendo un mero procedimiento, “descartando” su culpabilidad en el asunto. La exculpación de Leiderman tiene lugar en momentos en que el propio Shin Bet pasa por un momento de cambios en su más alta jerarquía, luego de la sustitución de su director, Uzi Arad, a quien se le acusa de filtrar a la prensa cierta información confidencial sobre las conversaciones entre Netanyahu y el Presidente Medvedev sobre la venta de misiles a Siria. Arad fue expulsado de su cargo y recientemente sustituido por Yoram Cohen como nuevo jefe del Shin Bet o contrainteligencia israelí, dado su amplio historial dentro del órgano y su labor contra los países árabes, particularmente contra Irán. Vinculado estrechamente a Estados Unidos, Cohen pasó en el 2009 una pasantía como investigador en el Instituto Washington para Política del Cercano Oriente, en Washington D. C., dedicándose a la introducción y desarrollo de nuevas tecnologías para la realización de tareas de espionaje y contraespionaje.

El caso Leiderman no ha sido el único. Otro antecedente del espionaje israelí contra Rusia tuvo lugar en los años 90, cuando Reuven Dinel, adscrito a la nómina del Mossad y diplomático en Moscú, fue arrestado en el metro de de esa ciudad, tras realizar una compra de imágenes de satélite de una empresa que formaba parte de la inteligencia militar rusa. Este hecho ocurrió en diciembre de 1995, cuando miembros del FSB detuvieron a Dudnik Mayor, un oficial retirado del Centro ruso para el espacio de reconocimiento, en una estación de metro de Moscú. La investigación comprobó que Mayor no estaba actuando solo, sino formaba parte de una célula que había logrado infiltrar al Centro de Reconocimiento Espacial de la GRU, actualmente la principal Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General de Rusia. Diniel, quien fue expulsado de Rusia, alegó haber sido torturado en el interrogatorio.

La impunidad con la que trabajan los servicios especiales israelíes en Rusia y otras naciones ex soviéticas no solo se puso de manifiesto en las actividades de Lieberman y Dinel. El pasado 24 de marzo de 2011 tuvo lugar un hecho que puso en entredicho al Mossad cuando Abu Sisi, de origen árabe fue agredido en un tren que cubría la ruta Kharkov-Kiev, según lo relata la Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA), y obligado a descender en Poltava y trasladado a Kiev, donde fue brutalmente interrogado por seis miembros del Mossad. Luego, con total impunidad, fue trasladado a Tel Aviv. Las autoridades ucranianas permanecieron al margen del secuestro y posterior detención de Abu Sisi. Actualmente, el Centro Palestino por los Derechos Humanos (CPDH) está luchando por su liberación, dado que el secuestrado padece de colelitiasis y padece de serios trastornos sicológicos.

Otro hecho que cuestionó la impunidad del Mossad en Rusia tuvo lugar el 19 de Noviembre de 2010, cuando el conocido mercenario y teniente coronel retirado del Ejército israelí, Yair Klein, reclamado por Colombia y condenado en ausencia por Bogotá en 2002 por su relaciones con grupos paramilitares, así como con el DAS colombiano, fue puesto en libertad, luego que fuera detenido en agosto de 2007, en el aeropuerto moscovita de Domodédovo, por la FSB y la Interpol. Luego de su liberación, avalada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, marchó a Israel.

LAS OTRAS COMPONENDAS DEL MOSSAD

El odio acérrimo de los dirigentes del Mossad contra los países árabes, el movimiento palestino y la República Islámica de Irán no tiene parangón. Las declaraciones realizadas hace apenas dos días por el ex jefe del Mossad, Meir Dagan, calificando de estupidez un ataque contra los iraníes por parte de la Fuerza Aérea de Israel, levantó un incontrolable revuelo entre los principales dirigentes del país sionista. Para Dagan, una incursión militar contra Irán despertaría también una respuesta siria contra Israel. Las críticas de Danny Yatom y Efraim Halevy, anteriores jefes del Mossad no se hicieron esperar.

Para nadie es un secreto que los últimos años los servicios israelíes han reverdecido sus actividades, conduciéndolos a algunos éxitos y a varias chapuzas que dejan en entredicho su efectividad y renombre como servicio de inteligencia.

Uno de los actuales sucesos que involucran al Mossad es el affaire que se sigue en Nueva York contra el ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn. Acusado de acoso sexual contra una empleada del hotel en el que se hospedaba, no es la primera vez que cae en las trampas de la lascivia, pues ya una vez fue acusado de tener relaciones extramaritales con una economista húngara del FMI, Piroska Nagy, cuando fungía como titular del Banco Hipotecario. Todas las hipótesis apuntan a que el posible candidato presidencial por los socialistas franceses, ha sido colocado en una telaraña que pone en duda su imagen y que el mismo ha contribuido a ello. También han hecho mella en su caso algunas contradicciones con las altas esferas del poder político y financiero en Estados Unidos y Europa. La trampa, bien urdida, fue montada por el Mossad y QAT Internacional. La culpa de Strauss-Kahn fue la de pretender realizar cambios en el desempeño del FMI que afectarían a grupos de poder de la élite financiera internacional, tales como una nueva distribución de la riqueza, cambios en la política de gastos públicos, reutilización de los beneficios fiscales para la promoción del desarrollo industrial y otras. Sin embargo, tratando de ocultar su papel en la maniobra, luego de dimitir Dominique Strauss-Kahn como director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), los implicados en ella le contentaron con una pensión vitalicia de 80.000 dólares al año, cerca de 56.000 euros.

La trampa tendida a Dominique Strauss-Kahn hacen recordar un acontecimiento no muy lejano cuando, en el año 2002, se destapó la implicación del Mossad en Washington en operaciones de prostitución, de lavado de dinero y chantaje continuado, mediante una operación conjunta entre el FBI y la Europol, conocida como Operación Spiderweb, donde fueron implicados más de una veintena de ruso-israelíes, entre los que se destacaron el ciudadano israelí Mark Brener, propietario del Emperor’s Club VIP y de tres entidades de blanqueo de dinero (QAT Consulting Group, QAT Internacional y Protech Consulting). No quedó la menor de las dudas de que el Mossad estaba implicado en el manejo de una red de prostitutas empleadas en el comprometimiento de personalidades políticas y financieras. Esta misma estrategia la empleó el Mossad en el 2004 para comprometer al gobernador demócrata de Nueva Jersey, Jim McGreevey, es un escándalo de homosexualidad, empleando para ello a Golán Cipel, un homosexual agente del Mossad. La culpa de McGreevey fue enfrentase a la poderosa Wall Street desde su cargo.

Actuar de manera sistemática contra los países árabes, mediante el reclutamiento de agentes y la creación de redes de espionaje, es una de las principales tareas de los servicios de inteligencia israelíes. En los últimos meses ha sido descubierta esta actividad en varias naciones islámicas. El 10 de abril del presente año, según un despacho de Europa Press, el Líbano presentó una queja formal ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el espionaje israelí en la zona sur libanesa, donde se descubrieron varios sistemas de vigilancia debidamente camuflados como rocas u otros objetos. Según esta denuncia realizada por el ministro de Relaciones Exteriores libanés, Ali al Shami, la actividad del Mossad se centró en cámaras ocultas en la zona sureña de Shamaa descubiertas en marzo de 2011, al igual que otros dispositivos similares detectados en diciembre pasado en Barouk y Sannine, al sureste de Beirut. Por si esto fuera poco, un tiempo antes, en mayo de 2009 fueron apresados dos agentes del Mossad en la localidad de Shebaa, nombrados Jalil Nabaa y Julud Nabaa. Ellos son una parte insignificante de las doce redes de espionaje, compuestas por más de cuarenta espías, detectadas en el Líbano. Una de sus misiones era penetrar en el sistema de comunicaciones egipcio y monitorear a la Embajada de Egipto en China.

Un caso similar ha ocurrido en Egipto, según declaró el coronel Sameh Seif Alyizel, del contraespionaje de ese país árabe. Desde diciembre de 2010 han sido desarticuladas cuatro redes de espionaje del Mossad y capturados varios de sus agentes. El último de estos casos salió a la luz el 15 de marzo de 2011 cuando fueron capturados varios israelíes y un ciudadano egipcio.

Argelia tampoco ha escapado de la actividad de espionaje del Mossad. El 29 de marzo de 2010 fue detenido en la ciudad de Hassi Messaoud, en el sureste argelino, un espía israelí con un pasaporte español a nombre de Alberto Vagilo, procedente de Barcelona y con la finalidad de penetrar al movimiento Hamás y recabar información sensible sobre la economía argelina. Para cumplir su cometido asumió la identidad falsa a nombre de Abu Ammar, natural de Al Quds. Lo interesante del caso es que el subdirector del FBI, John Pistole, visitó Argelia para negociar la liberación del espía del Mossad.

Otro importante golpe propinado al Mossad en sus actividades de espionaje fue el recibido por esta organización en la República Islámica de Irán a fines de enero de 2011, cuando fue desarticulada una importante red que actuaba en ese país y que tenía como misión asesinar a científicos iraníes, como fue el caso del asesinado científico nuclear Alí Mojamadi Massoud Ali-Mohammadi, y sabotear el programa nuclear de esa nación.

El Mossad israelí ha sido inculpado, bajo la venia de los ocupantes norteamericanos en Irak, según se dio a conocer en enero de 2011 en un reporte del Departamento de Estado de EE UU, del asesinato o desaparición de 350 científicos nucleares iraquíes y más de 200 profesores universitarios, en esa nación ocupada. La limpieza de científicos tuvo como origen la negación de los mismos para cooperar con diferentes programas a favor de Israel y los Estados Unidos. En estos asesinatos selectivos participaron operativos del Mossad acompañados por fuerzas especiales norteamericanas. EE UU aporta la información de inteligencia mientras los operativos del Mossad se encargan de la eliminación física de los científicos seleccionados.
Las oscuras páginas escritas por los servicios israelíes, de las cuales hemos excluido algunas hartamente conocidas como el asesinato de Mahmud al Mabhuh, dirigente de Hamás en un hotel de Dubai, ocurrida el 19 de enero de 2010, así como el sonado caso del virus Stuxnet, dirigido contra las instalaciones nucleares iraníes en el año 2010, demuestran la peligrosidad de este servicio y su irrespeto hacia los tratados internacionales al operar de forma descarada e impune en casi todo el mundo.

La ideología del Mossad y del Shabak es la de matar y hacer desaparecer, torturar e infundir miedo, a la par que chantajear y sobornar a sus objetivos. La merecida fama alcanzada en otros tiempos se desvanece como burbuja de jabón ante sus frecuentes chapuzas y ante sus crímenes horrendos e injustificados. Es, hoy por hoy, una estrella que ha perdido su brillo y esplendor, ante la suciedad de sus crímenes y la sangre de sus víctimas. 


Missão impossível: satisfazer Netanyahu

23/5/2011, MJ Rosenberg, Al-Jazeera, Qatar

http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/05/201152212493288684.html

Nada há absolutamente no discurso do presidente Obama para o Oriente Médio, que inflame ou excite os espíritos. Menos ainda, na declaração que Obama fez depois de reunir-se com o primeiro-ministro de Israel Binyamin Netanyahu. O presidente sequer se atreveu a apresentar algum plano de ação: só falou de princípios, sempre em termos gerais, e nada disse de novidade, que os cinco últimos presidentes dos EUA já não tivessem dito.

O discurso de Obama foi tentativa de conter Netanyahu, que estava nos EUA para falar no Congresso dos EUA e na Conferência Anual do AIPAC. O objetivo de Bibi é mobilizar seus seguidores contra qualquer esforço que os EUA façam para promover algum acordo entre israelenses e palestinos. Netanyahu, que foi criado nos EUA é, de fato, Republicano dos pés à cabeça; desde 1998, no governo de Clinton, Bibi trabalha para fortalecer os Republicanos nas disputas contra os Democratas. O discurso de Obama foi, ao que tudo indica, um erro. Mas Obama deve ter sentido que tinha de falar e falou.



Apoio dos judeus e pacificação 



Por razões óbvias de segurança nacional, os EUA não podem aceitar que uma nova geração de árabes democratas assumam o poder em nações tão significativas como o Egito, no qual a população ‘odeia americanos’ porque vê os EUA como ‘comprados’ por Israel. Obama deve ter suposto que alguma promoção retórica de alguma paz ajudaria a neutralizar a demagogia de Netanyahu e, consequentemente, diluiria a oposição que há contra EUA e Israel no mundo muçulmano. E supôs simultâneamente que algumas frases fortemente pró-Israel agradariam aos seguidores de Netanyahu.



Mas nada saiu conforme o previsto. Como o Wall Street Journal noticiou em artigo intitulado “Doadores alertam Obama sobre Israel” (19/5/2011, em http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703509104576331661918527154.html), um pequeno (mas rico e incrivelmente homogêneo) grupo de doadores de dinheiro para campanhas eleitorais já havia dito a Obama, antecipadamente, que qualquer pequeno desvio da linha traçada por Netanyahu custar-lhe-ia muito caro. O artigo cita um punhado de gatos gordíssimos, dos quais a maioria dos judeus norte-americanos nunca ouviram falar, e que, hoje, declaradamente ameaçam Obama.



A loucura é completa. Em 2008, 78% dos judeus votaram em Obama. Segundo a última e definitiva pesquisa do Comitê Judeu-norte-americano [ing. American Jewish Committee], Israel é a 7ª questão, na lista de questões que preocupam os judeus norte-americanos; só 3% dos entrevistados citaram Israel como sua preocupação principal. 54% dos entrevistados declararam que votam mobilizados pelo estado da economia, e muitos mais citaram a saúde pública, questões de energia e inúmeras outras questões.



Apesar disso, alguns autoproclamados representantes da comunidade judaica dizem à Casa Branca que a principal preocupação de todos nós, judeus norte-americanos, seria Israel. Mas Israel só preocupa, no máximo, os doadores de dinheiro para campanhas eleitorais que seguem a bíblia do AIPAC. 



E por isso o presidente Obama, na 5ª-feira, fez discurso absolutamente inócuo. Nada do que ali se ouviu foi novidade: todos os presidentes anteriores só fizeram repetir exatamente o que Obama mais uma vez repetiu. Toda a simpatia do presidente dirigiu-se quase exclusivamente a Israel; para os palestinos, simpatia zero. Obama tentava fazer o que lhe pareceu que devesse fazer: acalmar o AIPAC e Netanyahu, ao mesmo tempo que agradava aos democratas árabes.



Mas nem isso conseguiu. Aos ouvidos dos árabes, o discurso soou como um amontoado de palavras ocas. E os israelenses e judeus fanáticos ficaram furiosos. Por quê? Exclusivamente por causa de um parágrafo. O presidente Obama disse: 



“Os EUA creem que as negociações devem resultar em dois estados, com fronteiras palestinas estáveis e permanentes com Israel, Jordânia e Egito e fronteiras israelenses permanentes com a Palestina. As fronteiras entre Israel e Palestina devem basear-se nas linhas de 1967, com trocas [de território] a serem acordadas, de modo que se estabeleçam fronteiras reconhecidas e seguras para os dois estados. O povo palestino deve ter o direito de se autogovernar e expandir seu potencial, em estado contínuo e soberano” [em português, em http://mariafro.com.br/wordpress/2011/05/20/o-discurso-de-obama-sobre-o-oriente-medio-tirem-suas-proprias-conclusoes/ (NTs)]. 



Foi o apocalipse. Mas não começou imediatamente depois do discurso. No primeiro momento, a ala direita da claque ‘pró-Israel’ elogiou Obama por não ter dito coisa alguma que incomodasse Netanyahu. Mas, então, Netanyahu declarou que se sentira gravemente ofendido pela referência às linhas de 1967.



A questão das fronteiras



Os robôs do partido “Israel antes de tudo” mudaram de discurso com a mesma rapidez com que cantores vermelhos, em 1930, mudavam letras de canções, sempre que Moscou os acusava de desvio (“Parem de criticar os alemães nazistas: acabamos de assinar um pacto com eles!”). A reação de Israel foi ridícula. Obama não disse que Israel teria de voltar para as fronteiras de 1967; disse apenas que “as fronteiras entre Israel e Palestina devem basear-se nas linhas de 1967”. 



Significa que israelenses e palestinos devem sentar-se à frente de um mapa das coisas como eram em 1967 e decidir o que será Israel e o que será Palestina. Em que outras “linhas” poder-se-ia basear qualquer acordo, a qualquer tempo? Nas “linhas” da fronteira entre China e Rússia?!



Em 1967, pela Resolução n. 242 da ONU, que Israel assinou, toda a comunidade internacional (inclusive Israel) decidiu que Israel voltaria às fronteiras de 1967, com trocas pontuais de território, como fossem necessárias para preservar a segurança de Israel. Todos os presidentes dos EUA só fazem repetir, e todos os governos israelenses sempre aceitaram exatamente isso. Até o AIPAC apoia a “solução dos Dois Estados”, que significa que haverá um estado palestino nos territórios que Israel invadiu em 1967.



Então? Quem são esses personagens que de repente decidem encenar ‘manifestações’ de ultraje, quando Obama diz o que todos têm dito e repetido sem parar, há tanto tempo?



A resposta é simples. Os fanáticos de “Israel em primeiro lugar” tomaram duas decisões: (1) não querem saber de paz entre Israel e palestinos, e ponto final. Querem que Israel ocupe toda a terra palestina. E (2) querem derrotar o presidente Obama nas próximas eleições e supõem que comandam o voto dos judeus norte-americanos e, sobretudo, que farão encolher as doações eleitorais para patamares bem inferiores aos de 2008. Os judeus israelenses fanáticos não confiam em Obama. Desconfiam (esperemos que estejam certos) que Obama, no fundo, não acredita no amontoado de sandices que Dennis Ross vive a repetir.



Obama está errado 



O erro de Obama é supor que conseguirá acalmar essa gente discursando no AIPAC (como discursou domingo à note) ou visitando Israel (como provavelmente visitará ainda esse ano) e tentando fazer-se entender. A menos que esteja preparado para dizer ao AIPAC que apoia as colônias ilegais construídas em territórios ocupados e que é favorável à limpeza étnica, com expulsão de todos os palestinos, Obama jamais dirá o que o AIPAC quer ouvir. Eles não são parceiros potenciais, nem do próprio Obama nem dos legítimos interesses dos EUA. De fato, não são parceiros sequer de Israel. Para todos os efeitos, é como se preferissem ver a Cisjordânia prosperar e Israel definhar.



Em vez de tentar conquistar aquela gente, Obama deveria mobilizar os norte-americanos que apoiam Israel, a solução de dois estados e o respeito às fronteiras que israelenses e palestinos negociem – judeus e não judeus, todos juntos. 



Obama deveria também buscar parceiros entre os palestinos que têm interesse em viver em paz com Israel – inclusive o Hamás, é claro, desde que desista do recurso às armas. E deveria declarar apoio aos israelenses moderados – que ainda são maioria na população de Israel – que se envergonham por Israel ocupar territórios palestinos e querem desesperadamente fazer a paz com o palestinos.



Tentar satisfazer Netanyahu e o AIPAC só resultará em desastre, com a direita cada dia mais fortalecida e os moderados cada dia mais fracos e mais sem meios. É mais que hora de Obama dar aos judeus israelenses fanáticos e racistas o tratamento que merecem. Aqueles fanáticos são inimigos de tudo que Obama quer fazer e ser. 



Por que o presidente Obama meteu-se na cabeça que poderia, de algum modo, encontrar parceiros na extrema direita israelense (parceira da extrema direita nos EUA)? Não pode. Nunca poderá. 

http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/05/201152212493288684.html 


Traducao: Coletivo Vila Vudu

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